domingo, 9 de enero de 2011

sábado, 8 de enero de 2011

Redes Capitulo sobre la compasion





¿ La educación mata La creatividad ?



opinion personal: LIBRO DE MENTIRAS SOBRE LA MORALIDAD

LIBRO DE MENTIRAS SOBRE LA MORALIDAD


Nuestra mente proyecta continuamente razones de culpa por todo lo que hacemos, esto “no deberiamos haberlo hecho”, “esto no esta bien”, “esto no es apropiado”….


La mente nos tortura continuamente con que Debemos y No debemos hacer, y los sentimientos tremendos de culpa al no haber cumplido las directrices establecidas en cada momento según la situación.


Según un manual anticuado del buen ciudadano, que nos dice como comer, dormir, trabajar y amar (limitando esta última al 10% de lo que realmente es...).


La cuestión, desde mi punto de vista, es que las estructuras de felicidad que “nos han vendido” son mentira o como mínimo un modelo muy pobre de felicidad. Sobre todo porque el sistema establecido moral y social no te protege contra agresiones externas que te afectan internamente, y no te arropa ante carencias internas que afloran externamente.


Sin embargo, si se te juzga y condena en sociedad, si no cumples con dicho manual, importando un carajo cual haya sido tu trayectoria.


Cuando desde joven te partes el alma por integrarte y no encuentras mas que desgracias a tu camino, por mas que das a la gente, mas te machacan y es todavía peor cuando eres inteligente y sensible. Cuantas veces te has preguntado ¿Porque cuanto mas doy, mas daño recibo?. Lo que sucede básicamente es que nos unimos a personas equivocadas.


BUSCAR LA SUPERFICIE EN NOSOTROS


Es un difícil camino nadar hacia arriba desde el fondo del mar, quitándote pesos que te ayuden a salir, y una vez has salido a la superficie, je ahí empieza todo desde el nivel 0, ahora empiezas de 0.


Decidir que quieras nadar hacia arriba, es decidir que eres una persona distinta al resto, con su propio y gran derecho de estar bien, de disfrutar de la vida, entonces empiezas a hacer cambios importantes, usando la gran herramienta de los sentimientos que es nuestro principal instinto y la cabeza fría en tus decisiones:


ESCRIBIR UN NUEVO LIBRO DE NORMAS, SIN LIBRO Y SIN NORMAS.


- Alejarse de quien nos ahoga y agota espiritualmente, mantener distancia (familiares por ejemplo). Amarles y disfrutar de ellos de vez en cuando, pero sin permitir que se metan en tu vida, en tu espacio vital. Ellos no pueden vivir tu vida (mira esta reflexión del libro mas platón y menos prozac).


"Tus hijos no son tus hijos. Son los hijos e hijas del anhelo de la vida. Vienen a través de ti, pero no de ti y, aunque están contigo, no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues tienen los suyos propios. Puedes albergar sus cuerpos, pero no sus almas, pues sus almas habitan en la casa del mañana, que tú no puedes visitar, ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no intentes que sean como tú." Jalil Gibran


- Romper de forma categorica con quien solo tienes sufrimiento, no importa cuales sean sus razones o las tuyas, si te hace sentir mal saca a esa persona de ti. No importa lo dificil que sea, hazlo aparta de ti quien te haga daño, no tienen derecho y si estan mal que busquen ayuda, acuerdate del simil del socorrista y el rescatado. Si tu estomago, si tu brujula de sentimientos de señala que te hace sentir mal, saca el hacha y corta relaciones.


- Amar tu espacio vital: por ejemplo estar solo/a en un parque sin interferencia (o es una piscina bajo el agua) , valorar el tiempo que se no ha concedido en vida, que en este momento no existe nadie mas que tu mismo/a y la vida no te pide mas que una cosa, que vivas. Sonrie a tus manos, a tus pies, a todo lo que te forma porque te he dado para que lo uses para ser feliz, esa es la razón por que estamos aquí. No dejes entrar nunca a nadie en este espacio vital tuyo.


- Unirse: amar la vida, es amar a los demás, unete a quien tus sentimientos te digan que es bueno/a para ti, y comparte tu tiempo con esta gente.No pongas etiquetas ni perjuicios a la relación que tengan con esta gente, disfruta de hoy y punto.


Usa tus sentimientos, tu instinto para seguir el camino con las personas, como brujula. Te lo dice alguien que hasta hace muy poco solo usaba el razonamiento logico, herramienta equivocada, para el trabajo y el dinero usa la cabeza, para las personas tus sentimientos. Lo que me ha costado darme cuenta de esto...


En el libro la Nueva Alquimia de la vida , Alan Wolf, establece que los sentimientos son el verdadero poder que establece cual es mejor camino hacia la felicidad, es un instinto que nos avisa sin lugar a dudas de lo que sucede. Y que proyecta de la mente a la materia, es decir que si enfocamos bien lo que sentimos, nuestros pensamientos van esa dirección, y lo que pensamos se convierte en realidad (mente-> materia).


Yo pensaba antes al reves, como mucha gente.


CANALIZA TU SUFRIMIENTO


A lo largo del proceso de nuestra vida, y de todo ese proceso de subir a la superficie, el sufrimiento en toda lucha es latente.


El sufrimiento de crecer en un entorno hostil, sobre todo el familiar, da como resultado tener parejas y amistades desproporcionadas , con sumisión exagerada, al buscar al afecto que te falta y unirse a personas ególatras, (mas detalles sobre esto se denomina Dependencia emocional ).


Pero todo esto tiene una gran ventaja. Por ejemplo:


Normalmente los mejores deportistas son aquellos que unen dos cosas: genetica y entrenamiento. El deportista que mejores resultados obtiene, es el que orienta su sufrimiento físico (entrenamiento) para conseguir resultados al máximo nivel.

Es conciente que su sufrimiento es para conseguir dichos reusltados, y tiene confianza en que sirve para dicho fin, no es hasta mas adelante que su cuerpo para respondiendo a los deseos de la mente del deportista.



Pues bien, una persona que canaliza su sufrimiento y las desgracias que le suceden como un camino, con la determinación de su Nobleza y la dirección de su inteligencia, es aquel que consigue una fuerza mental entrenada y destinada y algo superior.


Un gran ejemplo de esto lo tenemos en Frank McCourt, el autor del Best Seller Las cenizas de Angela, te ruego pinches aquí y leas un poco de esta despida que le hacen en un periodico y que hablan un poco de su trayectoría, es una historia con tanta LUZ y Amor, pincha aquí


http://www.clarin.com/diario/2009/07/21/sociedad/s-01962384.htm


LA LIBERTAD, LA LUZ


Pues bien, nuestro nado hacia la superfice, en busca de nuestro aire fresco y LUZ, es un proceso de trabajarnos internamente, protegernos de gente indeseable, y acercanos a buena gente, día a día y de disfrutar de la vída sin normas anticuadas ni etiquetas estupidas.


El pasado y su culpa no existe mas que en nuestra mente, el futuro no existe junto con su miedo y su incertidumbre. Lo que existe es hoy y lo que vas hacer para disfrutar de este día.


Conviertete en BUDO, un guerrero que mantiene a raya a los demas pero que amaba con igual intensidad la vida, sus siglas BU-DO quieren decir el guerrero del camino. Es el principio de las artes marciales actuales KARATE-DO AIKI-DO.....el entrenamientocomo forma de mejorar interiormente.


Rompe con las reglas de los demás y de esta sociedad de como tienes que ser y como tienes que amar, construye las tuyas propias, hay un dicho que dice "Aprendelo todo, perfecciona el arte hasta el máximo y una vez lo sepas todo (la teoría), olvidalo todo y crealo todo según seas tú" .


Marchate lejos, unos dias, apaga el movil. Ves a un parque y encuentrate a ti misma, vuelve y cambialo todo. Aunque eso ya has empezado hacerlo.


Rompe, y crea de nuevo .

Usa a tus maestros de llaves a tu alrededor (gente que abre las puertas de tu percepción) y liberate, la clave de todo es libetarte para vivir según tus reglas.

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2009

Los Cuatro Acuerdos


Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz.




"No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento".


Miguel Ruiz Los cuatro acuerdos.


"No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento". (Miguel Ruiz).


La domesticación y el sueño del planeta.


¿Son las cosas como las vemos, como las sentimos, o básicamente interpretamos lo que nos han enseñado a interpretar?

Para la milenaria cultura tolteca (México) la "realidad" que asumimos socialmente no es más que un sueño colectivo, el sueño del planeta. Desde el momento mismo de nacer, interpretamos la realidad mediante acuerdos, y así, acordamos con el mundo adulto lo que es una mesa y lo que es un vestido, pero también lo que "está bien" y lo que "está mal", e incluso quiénes somos o cuál es nuestro lugar en el mundo (en la familia, en clase, en el trabajo). A este proceso el filósofo mexicano de origen tolteca Miguel Ruiz lo denomina domesticación.


"La domesticación es tan poderosa que, en un determinado momento de nuestra vida ya no necesitamos que nadie nos domestique. No necesitamos que mamá o papá, la escuela o la iglesia nos domestiquen. Estamos tan bien entrenados que somos nuestro propio domador. Somos un animal autodomesticado".


El juez y la víctima.


En el transcurso de este aprendizaje incorporamos en nuestra propia personalidad al juez y a la víctima.

El juez representa esa tendencia en nuestra mente que nos recuerda continuamente el libro de la ley que gobierna nuestra vida -lo que está bien y lo que está mal-, nos premia y, más frecuentemente, nos castiga. La víctima es esa parte en cada persona que sufre las exigencias de su propio juez interior. Sufrimos, nos arrepentimos, nos culpabilizamos, nos custigamos por la misma causa una y otra vez, cada vez que el recuerdo nos pasa factura.

Y como consecuencia del propio sistema, el miedo se instaura en nuestra vida.



El miedo y las autoexigencias son los peores enemigos de nuestro pensamiento, y por ende, de nuestra vida. Durante el proceso de domesticación nos formamos una imagen mental de la perfección, lo cual no está mal como camino marcado a seguir. "El problema es que como no somos perfectos nos rechazamos a nosotros mismos. Y el grado de rechazo depende de lo efectivas que han sido las personas adultas para romper nuestra integridad", según M.R.



Si el libro de la ley que gobierna nuestra vida (nuestra moral, nuestra lógica, nuestro "sentido común") no cumple sus objetivos, que en su base fundamental consistiría en hacernos seres humanos felices y en armonía, es porque evidentemente éste no funciona. Y como no funciona hay que cambiarlo. Y ello lo hacemos revisando nuestros acuerdos (nuestra interpretación incuestionable, nuestro sistema de valores), desenmascarando los que no valen y sustituyéndolos por otros.



La filosofía tolteca nos propone cuatro acuerdos básicos:


1. Sé impecable con la palabra.


Las palabras poseen una gran fuerza creadora, crean mundos, realidades y, sobre todo, emociones. Las palabras son mágicas: de la nada y sin materia alguna se puede transformar lo que sea. El que la utilicemos como magia blanca o como magia negra depende de cada cual.

Con las palabras podemos salvar a alguien, hacerle sentirse bien, transmitirle nuestro apoyo, nuestro amor, nuestra admiración, nuestra aceptación, pero también podemos matar su autoestima, sus esperanzas, condenarle al fracaso, aniquilarle. Incluso con nuestra propia persona: las palabras que verbalizamos o las que pensamos nos están creando cada día. Las expresiones de queja nos convierten en víctimas; las crítica, en jueces prepotentes; un lenguaje machista nos mantienen en un mundo androcéntrico, donde el hombre es la medida y el centro de todas las cosas, y las descalificaciones autovictimistas (pobre de mí, todo lo hago mal, qué mala suerte tengo) nos derrotan de antemano.

Si somos conscientes del poder de nuestras palabras, de su enorme valor, las utilizaremos con cuidado, sabiendo que cada una de ellas está creando algo. La propuesta de Miguel Ruiz es, por tanto:

"Utiliza las palabras apropiadamente. Empléalas para compartir el amor. Usa la magia blanca empezando por ti. SÉ IMPECABLE CON LA PALABRA".





2. No te tomes nada personalmente.


Cada cual vive su propia película en la cual es protagonista. Cada cual afronta su propia odisea viviendo su vida y resolviendo sus conflictos y sus miserias personales. Cada cual quiere sobrevivir el sueño colectivo y ser feliz. Y cada cual lo hace lo mejor que puede dentro de sus circunstancias y sus limitaciones.

Las demás personas sólo somos figurantes en esa película que cada cual hace de su vida, o a lo sumo personajes secundarios. Si alguien me insulta por la calle (o yo lo percibo así) con casi toda seguridad no tiene nada o muy poco que ver conmigo; es simplemente su reacción a algo que está pasando fuera (un mal día con su pareja o en el trabajo, una discusión con su hija), o más probablemente dentro (preocupaciones, ansiedad, frustración, impaciencia, una gastritis o un dolor de cabeza).

La impaciencia o las exigencias de tu pareja, de la vecina del rellano o de la cajera del supermercado, las críticas de tu hijo o en el trabajo, nada de eso es personal. Cada cual está reaccionando a su propia película.



Hay mucha magia negra fuera, lo mismo que la hay dentro de ti misma, o de mí. En cualquiera, en algún momento de su vida, en algún momento del día. Todo el mundo somos "depredadores emocionales" alguna que otra vez.

"Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos depredadores, los magos negros... Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te tomas las cosas personalmente serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno", asegura Miguel Ruiz.



Comprender y asumir este acuerdo nos aporta una enorme libertad. "Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan sobre ti las demás personas. Nunca eres responsable de los actos o palabras de las demás personas, sólo de las tuyas propias. Dirás "te amo" sin miedo a que te rechacen o te ridiculicen". Siempre puedes seguir a tu corazón.

Respecto a la opinión ajena, para bien o para mal, mejor no depender de ella. Ésa es otra película. NO TE TOMES LAS COSAS PERSONALMENTE.





3. No hagas suposiciones.


Tendemos a hacer suposiciones y a sacar conclusiones sobre todo. El problema es que al hacerlo creemos que lo que suponemos es cierto y montamos una realidad sobre ello. Y no siempre es positiva o está guiada por la confianza o el amor, sino más frecuentemente por el miedo y nuestra propia inseguridad.

Deduzco que alguien se ha enfadado conmigo porque no respondió a mi saludo al cruzarnos y mi mente organiza toda una realidad sobre eso. Y se rompen puentes entre la otra persona y yo, difíciles de salvar. Lo mismo con nuestra pareja, con la vecina, con la escuela. Creamos realidades en base a comentarios o elementos sueltos (cuando no en base a chismes malintencionados).

"La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras... e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular", insiste Miguel Ruiz. En última instancia y si te dejas guiar por la buena voluntad, siempre te queda la confianza... y la aceptación.

Nunca nada que pasa fuera es personal. Pero en cualquier caso, NO SAQUES CONCLUSIONES PRECIPITADAMENTE.





4. Haz siempre lo mejor que puedas.


El cuarto y último acuerdo permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados: haz siempre lo máximo y lo mejor que puedas. Siendo así, pase lo que pase aceptaremos las consecuencias de buen grado. Hacerlo lo mejor posible no significa que tú y yo tengamos que hacerlo de la misma manera, ni siquiera que mi respuesta en estos momentos sea la misma que en otro que me siento cansada, o no he dormido bien, o me siento llena de amor y confianza y tremendamente generosa.

Se podría decir que en cada momento de nuestra vida somos diferentes, en unas circunstancias y con unas limitaciones concretas. A veces podemos responder a lo que interpretamos como una "provocación" con una sonrisa irónica o divertida, con sentido del humor, o con una carcajada retadora, o incluso a gritos. Pero siempre podemos intentar ser impecables con la palabra, no tomárnoslo personalmente y no sacar conclusiones precipitadas... dentro de nuestras limitaciones físicas, anímicas y en general, de cada momento. Si lo intentamos, de la mejor manera que podemos, ya es suficiente.

"Verdaderamente, para triunfar en el cumplimiento de estos acuerdos necesitamos utilizar todo el poder que tenemos. De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio."


Con la práctica será cada vez más fácil hasta que, sorpresa, la identificación es prácticamente completa y los cuatro acuerdos forman parte de nuestra manera de ser. Simplemente somos así.


Sin duda nuestra vida será más sencilla y satisfactoria, para nosotras mismas y para las demás personas que nos rodean.





(Sobre el libro de Miguel Ruiz, "Los cuatro acuerdos", Editorial Urano).